ArteArena homenajea a la docena de artistas que han dirigido la confección del magno tapiz de la plaza del Ayuntamiento de La Orotava en su primer centenario con una exposición de carteles informativos en distintos idiomas a las puertas del Consistorio

Un siglo da para mucho. Y en la tradición de crear alfombras efímeras con la arena del volcán más importante del país ha dado para ser testigos del paso de hasta 12 artistas convertidos en directores. ArteArena homenaje este 2919, con motivo del primer centenario de esa primera creación en la plaza del Ayuntamiento de la Orotava para celebrar el paso del Corpus Christi, a la docena de alfombristas que han hecho magia en forma de tapiz año tras año. 12 personas que han contribuido a que este arte villero sea más innovador, más talentoso, más popular o más internacional. En definitiva, a que sea un orgullo para todos.

Todos ellos tiene estos días su espacio a las puertas del Consistorio donde se han colocado 12 carteles informativos con una breve reseña histórica de su vida y su contribución a las alfombras en español, inglés, alemán y francés. Un repaso por los 100 años de vida de esta tradición que hará trasladarse hasta los primeros medallones de flores, las innovaciones más recordadas o las citas más emblemáticas. Acompañado de imágenes antiguas, esta colección, inaugurada el fin de semana, estará a disposición de vecinos y visitantes todos los días.

Los alfombristas de ArteArena junto al alcalde de la localidad, Francisco Linares, y la edil de Turismo, Delia Escobar, en la inauguración del homenaje.

Y es que desde 1919, cuando Felipe Machado y Benítez de Lugo decidió hacer uno de sus clásicos medallones para alfombrar la monumental plaza del Consistorio, hasta el actual director,el innovador Domingo Jorge González, han pasado por los adoquines de la Villa todo tipo de ilustres alfombristas. El primero, y que dirigió el magno tapiz hasta 1929, fue el impulsor del arte villero: Felipe Machado y Benítez de Lugo. Gracias a su pionera idea, el Santísimo pisó por primera vez la alfombra, por aquel entonces aún de flores, de la plaza. Gracias a él, hoy, se cumplen 100 años de esta hazaña.

En 1930, la responsabilidad de ponerse al frente del tapiz pasó a Manuel Fernández Padrón, quien también realizó populares trabajos de pétalos y vegetales en las calles del casco. Un año más tarde, el pintor y restaurador Rodolfo Rinaldi tomó la batuta, haciéndose cargo no sólo de la gran alfombra sino también, del programa y la cabalgata de las fiestas de la Villa. Más tarde, entre 1934 y 1936, fue Norberto Perera el que asumió el cargo. El villero confeccionó una obra dedicada a la central hidroeléctrica que se estaba construyendo el municipio y ha sido el único alfombrista en firmar con su nombre el tapiz de tierra.

José María Perdigón (1938, 1939 y 1942), un notable escultor y restaurador orotavense, fue recordado por su gigantesco cáliz del que salía la figura de Cristo delante de una gran cruz. En esa misma época, Ambrosio Díaz, en concreto en los años 1938 y 1940, se encargó de dejar una huella imborrable en la ciudad, especialmente con sus confecciones en las alfombras de la Casa Brier. Un año más tarde, tomaría el relevo el célebre arquitecto Tomás Machado, nieto de Felipe Machado y Benítez de Lugo. El profesional, que solía dibujar en servilletas y trozos de papel,
pasó a la historia por unas innovaciones técnicas que no se habían hecho hasta entonces:expandir el magno tapiz a lo largo de toda la plaza e introducir la perspectiva para dotar a la obra de más realismo.

Por su parte, la maestría en las alfombras de las calzadas villeras le valieron a Jesús Martín Raya para ser designado como director del magno tapiz en 1946. Los años venideros, fue Pedro Hernández (en 1945 y de 1948 a 1976) el que hizo que la arena del Parque Nacional de El Teide se convirtiera en obras de arte. Entre sus trabajos, destaca la alfombra del escudo nacional realizada en el Hotel Taoro durante una visita de Franco y el tapiz realizado en plaza del Ayuntamiento para la llegada de los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía.

Innovador en las técnicas y maestro las transparencias. Así fue el décimo director, José Gonzáles Alonso, quien entre 1977 y 1988 lideró la gran confección para el paso del Corpus Christi. Ezequiel de León Domínguez (1989-1991) seguiría su herencia, mientras que Domingo Jorge González, asumió la dirección desde 1992 y hasta la actualidad. 27 años en los que puede colgarse en su haber la realización del primer cuadro en vertical (2002) o el logro del Record Guinnes a la alfombra de tierra más grande del mundo en 2007.