El magno tapiz del 2019 celebra el centenario de la primera confección en la plaza del Ayuntamiento para el paso del Corpus Christi

Todo empezó con él. Felipe Machado y Benítez de Lugo confeccionó la primera gran alfombra que engalanó la plaza del Ayuntamiento villero para celebrar el paso de la Infraoctava del Corpus Christi. Hoy, cien años más tarde, su obra vuelve a estar viva. El diseño del magno tapiz de este 2019 es un homenaje a los orígenes del arte efímero, un regalo para el talento y el esfuerzo de Machado, y una obra para remover conciencias y despertar los sentidos. Y es que en ella, no solo hay hueco para las efemérides sino también, para los hermanamientos más allá de las fronteras, la denuncia social más dura y, como no, el fervor religioso.

Del papel a la realidad. La idea de este boceto nació en la mente y del lápiz de Domingo Jorge González Expósito -nuestro director- hace ya unos buenos meses. Aunque desde hace años González le daba vueltas a lo de crear algo especial con motivo de este centenario, no fue hasta el verano de 2018 cuando comenzó a trabajar intensamente en el que será el gran reconocimiento a Machado. Las investigaciones sobre las creaciones de principios del siglo XX centraron buena parte de estos primeros trazos descubriendo así que las alfombras de entonces estaban ligadas con el arte grotesco, que tenían una personalidad singular y también, desafortunadamente, que no hay un documento fotográfico de ellas.

Primeros trabajos en el boceto

El resultado es una integración de las obras de Machado en la época actual. Por eso, en este tapiz hay un solo tema, tal y como hacía el alfombrista más famoso de la Villa, así como medallones en los laterales del dibujo central al estilo del mismo. Como si de un viaje en el tiempo se tratara, la alfombra de este año también devuelve a la actualidad a las flores, bagas de eucalipto, los carozos o las cañas. Elementos decorativos usados por Machado que conformarán, junto con la arena del Parque Nacional del Teide, la creación con más memoria de todas.

A la izquierda diseño actual, a la derecha, un boceto de Machado

El tema central, siempre con un marcado carácter religioso, recuerda los 500 años de la llegada de los franciscanos a La Orotava pero sobre todo, lanza un mensaje claro al espectador: abre los ojos y presta tu mano. Mostrando la evolución desde Machado –donde no se hacían figuras- hasta la actualidad, el boceto representa a Jesús hablándole a un pueblo de espaldas –física y metafóricamente hablando- a su mensaje. Refugiados, inmigrantes o indigentes, todos ellos protagonistas de las tragedias sociales que envuelven nuestros días, cobran fuerza en un primer plano. Pero justamente ahí, Francisco de Asís, quién si entendió la palabra de Cristo varios siglos atrás, y un niño que saca su mano fuera de la obra pidiendo ayuda, nosroban todas las miradas.

Los tres triángulos

Y es que como nunca antes se había hecho, el diseño del corazón de esta alfombra es triangular, en homenaje a la Santísima Trinidad, pero además, para crear dos vínculos especiales. Uno, el que se forma entre Jesús, Francisco de Asís y el niño. Y otro, en el que el visitante es el protagonista –la perspectiva forma también un triángulo entre el espectador, Francisco de Asís y el pequeño niño-.

Imagen final del boceto de 2019

Pero aún queda espacio para más. A los lados del gran tapiz se reserva un lugar especial para unir, por primera vez en la historia, a las dos mejores alfombras del mundo. Los artistas de la gran alfombra de flores, con nada más y nada menos que 1.800 metros cuadros, que cada dos años se confecciona en la Grand Place de Bruselas, en Bélgica, aterrizan en la Villa para mostrar al mundo su tradición, engrandecer el arte efímero, y componer una obra única con acento canario y flamenco.

El magno tapiz que desaparece con el paso de la procesión del Corpus Christi de 2019 se completa con una espectacular guirnalda de flores, cada una de hasta cuatro metros de diámetro, y guiños a México, los 200 años de la Diócesis o el más reciente premio a La Orotava, el sello Cittaslow , que la reconoce como una ciudad con calidad de vida. Incluye además, un código QR hecho con la propia tierra del volcán tinerfeño que permite enlazar con el mundo digital y acceder a más información sobre la creación. Todo un ejemplo de que en este boceto el pasado y el futuro van de la mano porque en esto del arte todo paso hacia adelante requiere una mirada hacia atrás.

Y este es el vídeo que lo resume:

Vídeo sobre la preparación del boceto de 2019

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